Archivo de la etiqueta: NorteAmerica

SURFEANDO PUEBLA

Puebla está ubicada entre la Ciudad de México y el puerto de Veracruz,  esto hizo que creciese como la espuma; llegó a ser la segunda ciudad en importancia de la Nueva España (así se llamaba México antes de la independencia) .

Nosotros la pasamos sin pena ni gloria. No fué más que una ciudad de tránsito, una parada entre la capital y Oaxaca. Es cierto que es una bonita ciudad, siempre y cuando hablemos del centro histórico, pero ya veníamos un pelín resabiados de arquitectura colonial, de mole poblano y de esas cosas que, por muy de allí que sean, las encuentras por todo México. Para marcar un poco la diferencia cabe decir que sus edificios coloniales destacan por sus fachadas de azulejos y que es fácil encontrar una iglesia justo en frente de otra.

Muy cerquita de Puebla está San Pedro Cholula, otro de los pueblos Mágicos de México. Aquí le bastaron solo seis días al bueno de Hernán Cortés  para aniquilar a la población civil, dignatarios y oficiales. Al parecer, cuenta Cholula con 365 iglesias coincidiendo con los días del año. Nosotros no las visitamos todas. Ni las contamos, de modo que no podemos confirmar el número exacto. Si damos fé de que hay muchas, muchas.

El mayor atractivo de este pueblito es su gran pirámide, especial por la superficie de su base, una de las más grandes que se conocen. Durante mucho tiempo permaneció en el olvido, creyéndose que era una montaña, sobre la cual fué construida la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios. Cuentan que eran los propios nativos quienes cubrían las pirámides para evitar su destrucción por parte de los nuevos colonizadores, ya que una vez que eran descubiertas las destruían y con sus piedras se edificaban los nuevos edificios coloniales, y las iglesias católicas, por supuesto. Éste fué el caso del Templo de Quetzalcóatl (la serpiente emplumada), que se situaba junto a la Gran Pirámide.

Lo má divertido para nosotros fué el poder recorrer el interior de la Pirámide a través de sus corredores.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Pero el verdadero motivo que nos trajo hasta aquí no fueron sus ruinas, sino la impresionante vista del volcán Popocatépetl tras la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios que te venden por doquier. Íbamos a ver esto

cholula-1

Y nos encontramos con esto.

Puebla-80 [low] Puebla-81 [low]

Internet es maravilloso, es casi, casi, el mejor compañero de viajes, pero a veces… a veces, no es del todo sincero. Y acabamos el paseo, desilusionaetes, con la visita al Container City, barrio construido a base de contenedores.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Nos fuímos a Oaxaca.

SURFEANDO MÉXICO DF

Al principio el DF no estaba en nuestros planes, pero la ola nos lanzó hasta allí. Y nos alegramos, y mucho, el Distrito no es una ciudad cualquiera, tiene mucho que ofrecer, muchísimo. De entre las grandes ciudades que hemos visitado hasta ahora, ésta es decididamente de las mejores.

Llegamos por la tarde a casa de Yoshi. Nuestro primer encuentro con un «chilango» (natural del DF) y resulta que es japonés. Cuando menos curioso, ¿verdad?.  Pasamos pues unos días turisteando el DF y aprendiendo cosas del Japón. Lo diré cien millones de veces: el couchsurfing es maravilloso. A los pocos días, quedando aún mucho por ver, nos mudamos con Enrique y Adria, bueno y Alex, que siempre andaba por allí.

DF-2 [low]

DF-3 [low]

El centro histórico de México DF lo conocimos en un free tour. La verdad es que hay que agradecer a Trip Advisor esta labor. Los free tour son una delicia, especialmente cuando no hay nadie más en el grupo, como fué nuestro caso, y además ¡era el primero en español!. Durante este paseo conversamos, bromeamos y aprendimos un montón de cosas.

Por ejemplo, que la palabra México significa «Ombligo de la Luna» en Náhuatl. Y es que los Aztecas fundaron su capital, la gran ciudad de Mexico-Tenochtitlán, en una isla ubicada en el centro (ombligo) del lago Texcoco (lago de la luna). Aunque hay otras versiones, nosotros nos quedamos con ésta, que fué la que nos contaron.

DF-45 [low]

Y como resultado de construir sobre lagos y zonas acuíferas es fácil ver suelos desnivelados o incluso «ondulados», y edificios inclinados. El terremoto del 85 hizo mella en el DF. Muy pocos edificios superan los tres pisos.

También aprendimos que el archiconocido Zócalo, en el mismo centro, es llamado así por una estatua inconclusa de la que sólo se llegaría a construir el zócalo, aunque el zócalo en sí ya no existe. Este nombre se ha generalizado en México para designar el centro de las ciudades.

A finales del siglo XIX y principios del XX México tuvo un presidente por más de treinta años: Porfirio Díaz (el que construyó el susodicho Zócalo). Quizá parezca que esto es un pelín antiguo ya, pero os aseguro que no lo es. Esta figura política aún está en boca de todos los mexicanos, partidarios o detractores. Este hombre hizo muchas cosas por y para México, era un enamorado de Francia y quiso emular a «la ciudad de las luces», motivo por el cual invirtió mucho esfuerzo, tiempo y dinero en modernizar el país, en especial el DF. Así trajo el teléfono, la red eléctrica y cosas de ese tipo que gustaron mucho. También construyó todo lo construible, siempre con un estilo muy rococó, muy parisino. Pero en su afán de modernismo olvidó a un pueblo castigado por el hambre, dejó a los indígenas sin tierras… y sucedió una enorme crisis económica, social, cultural y política. ¿Os suena? .

Bueno o malo, este presidente fué derrocado mediante un conflicto armado en 1910. Ésta es la revolución que tan famosos hizo a Emiliano Zapata o a Pancho Villa. Con ellos empezó lo que es México hoy en día.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Pero para conocer la historia de México hay que visitar el Museo Nacional de Antropología. Es alucinante la riqueza etnográfica de este país, actualmente hay como 60 etnias diferentes, con sus respectivos idiomas: Nahuas, Mixtecos, Zapotecos, Mixes, Tzotziles, Tzeltales, Mayos, Mayas…; todos ellos, además de sus lenguas, mantienen costumbres, gastronomía, vestimenta y tradiciones. Un total de 12 millones de indígenas, que ya os podeis imaginar la riqueza que aportan al país. Aunque no lo creáis, hay enormes dosis de racismo por aquí, no todo el mundo quiere a los «indios», que es como los llaman peyorativamente. Ellos, en cambio, desean que los llamen «nativos». Y, evidentemente, las instituciones no facilitan la convivencia.

Los Nahuas son descendientes directos de los Aztecas, pero antes estuvieron los Toltecas, y antes los Mayas, y antes los  Teotihuacanos, y antes los Zapotecas, y antes los Olmecas y antes… bueno, algún siberiano despistado cruzó el puente de Beringia (estrecho de Bering). Todas estas culturas se asentaron en diferentes partes de lo que hoy es México, algunas coexistieron, algunas ya estaban extintas y otras en ciernes cuando Cristóbal Colón partía de Huelva. Los Aztecas estaban pegando fuerte, muy fuerte. Era un pueblo guerrero, nada místico. Pero vino el bueno de Hernán y les «pinchó la pelota». Algún día hablaremos de lo bonito que lo hicieron los españoles cuando se dejaron caer por aquí.

Teotihuacán es la ciudad precolombina de mayor tamaño descubierta hasta la fecha porque, aunque parezca mentira, queda mucho por descubrir, pero el Gobierno no está por la labor de financiar tales trabajos. Teotihuacán es famosa por las piramides del Sol y la Luna, las más altas que se conocen, excluyendo las egipcias. Y cada solsticio de verano cientos de miles de personas vienen a ver el espectáculo de los rayos del sol descendiendo sobre las pirámides y a cargar sus obsidianas para todo el año.

Las gentes cargan las  obsidianas en Teotihuacán y las pilas en el Bosque de Chapultepec, que, para que nos entendamos, es como el Central Park de México. Tiene su laguito, sus museos, sus restaurantes, miles de puestos de comida y bebida, su zoológico, sus fuentes, sus monumentos e, incluso, su castillo. Sí, un castillo que, por lo visto, es el único de América Latina, convertido en Museo Nacional de Historia. Y es que después de independizarse de España, México fué un imperio con su emperador, un imperio muy efímero, apenas de unos pocos años. Maximiliano I de México fué ejecutado en Querétaro  tres años depués de llegar a estas tierras desde Austria. Empezaría entonces la era de otro de los grandes presidentes: Benito Juárez.

Pero lo más significativo del Castillo de Chapultepec es la historia de los «Niños Héroes», hoy ya deformada y convertida en mito, símbolo patrio de honor y valentía. No en vano en cada pueblo de México hay una calle «Niños Héroes». Resumiendo bastante: durante la invasión norteamericana a México el castillo era una academia militar y fué tomada por el ejército de Estados Unidos. Durante la batalla cayeron cinco cadetes, uno de ellos, Juan Escutia, se cuenta, que para impedir que el enemigo obtuviera la bandera mexicana se la enrolló en el cuerpo y se lanzó al vació. Parece que la historia no fué así, pero así la cuentan…

DF-88 [low]
Mural a la entrada del Castillo de Chapultepec, sobre la escalera, justo sobre el techo, en la que se representa a Juan Escutia envuelto en la bandera mexicana el 13 de septiembre de 1847.

También hay en DF un lugar ideal para descargar tensiones y estreses, un lugar ideal para celebrar y, como no, para ponerse pedos: Xochimilco, que significa «el lugar del terreno fértil de flores». Xochimilco tiene particular importancia por la existencia de las chinampas, testimonio de una antigua técnica agrícola; entre ellas dejaban canales de agua para transportar los alimentos en canoas.  Hoy son populares los paseos en trajineras, y lo más llamativo en el lugar es la Isla de las Muñecas, pero por razones del destino no pudimos ir, solo dió para ver una pequeña réplica.

LLegamos al DF con cierto recelo por la inseguridad que venden, pero no es para tanto; es cierto que apenas entramos en las zonas «densas» o «pesadas», como las llaman ellos. Cuando estábamos con Enrique y Adria, la parada del metro más cercana era un punto caliente y ellos preferían dar un rodeo para ir por zona segura, pero a nosotros nos valía madre. Nunca tuvimos un problema.

Así como también nos preparábamos para lo peor en cuanto al metro. Se supone que, al menos en hora punta, el metro es impracticable. Qué queréis que os diga, después de Beijing y Shanghai, a nosotros nos pareció de lo más normalito.  Lo que sí resulta muy particular y divertido son los vendedores, vendimias de todo: comida, bebida, helados, alargaderas, medicinas, libros, raseras…, todos con la misma cantinela:

– Traigo paletas de naranja y limón. Cinco pesos le vale, cinco pesos le cuesta.

DF-155 [low]

Pero ésta es la tónica general en cualquier transporte público, en cualquier calle, en cualquier semáforo… Eso nos gusta, por lo menos la «raza» se puede buscar la vida. En España, ya se sabe, necesitas permisos, licencias, carnet de manipulador de alimentos, pagar autónomos…; no hay dios que pueda salir adelante con tanta normativa estúpida e inservible.

Nos quedaban muchas cosas por ver en el DF, pero decidimos no perpetuarnos allá. Imperaba continuar con la ruta, seguir surfeando este maravilloso mundo. Y cogimos una ola que nos llevó a Puebla.

SURFEANDO QUERÉTARO

En Querétaro paramos con Marina y Carlos. Esta preciosa pareja  nos recibió como a sus hijos, y con ellos tuvimos el placer de conocer Santiago de Querétaro y alrededores.

Teequila-Guadalajara-109 [low]

Santiago de Querétaro es una ciudad pequeña, aunque creciendo a un ritmo vertiginoso; mucha industria se está estableciendo por allá,  diez nuevas familias se mudan cada día a esta bonita ciudad.

Aquí se gestó la Guerra por la Independencia de México que puso fin al dominio español allá por 1810, y os aseguro que no es cosa de pasar por alto,  el pueblo mexicano se siente verdaderamente orgulloso de aquella guerra gestada en la clandestinidad de Querétaro. Cada 16 de septiembre se conmemora el día de la Independencia con «El grito»: en cada ayuntamiento de cada ciudad, alguien se encarga de gritar, supuestamente, las mismas palabras que gritara Miguel Hidalgo aquel mismo día en 1810.

Estábamos en Semana Santa y algunas iglesias nos sorprendieron en su interior, las imágenes se encontraban cubiertas. Además las flores habían cedido su lugar a las hierbas y ramajes.

En México, no sé si como reclamo turístico o qué, han declarado varios pueblos como «mágicos»: por su belleza, por sus costumbres, sus gentes o sus gastronomías. San Miguel de Allende es uno de esos pueblos. Para nosotros era una de las paradas obligadas en este país. Y sin lugar a dudas, este pueblo es mágico.

Y, de nuevo, volvimos a tener una cita en la radio donde nos entrevistaron y ganamos, con suerte, algún nuevo adepto.

Teequila-Guadalajara-47 [low]

Y nos reencontramos con viejos amigos. Hacía años que no los veíamos, y nos encantó ver como sus hijos, Itzel y Ameyali, junto con Iyari, mostraban una responsabilidad, una creatividad, un respeto y unas formas increíbles. No sabría explicar lo que sentimos al ver a esos niños, siendo niños, sin aditivos, sin electrónicas, ni caprichos, ni impertinencias. Parece que la pedagogía Wardolf funciona.

Semana Santa-15 edit [low]

También estuvimos en

Semana Santa-18 [low]

Mineral de Pozos, también Pueblo Mágico, es unos de los muchísimos pueblos mineros que había por la zona. Muy prósperos a finales del XIX y principios del XX, pero venidos abajo a finales del siglo pasado. Hoy tratan de renacer con el turismo, pero algunos de ellos están condenados a la extinción, no en vano dicen de él que es un pueblo fantasma. Rodeado de un paisaje semidesértico donde las reinas son las cactáceas de todo tipo. Cabe mencionar que muchos de sus actuales habitantes se han dedicado a la fabricación de instrumentos prehispánicos.

Teequila-Guadalajara--110 [low]

Por supuesto, haciendo honor a su nombre, nos centramos en la visita a las minas. Visitamos una mina de oro, que aún conserva oro en sus entrañas pero no es nada rentable su extracción. Y la más destacada de todas, la Mina de Santa Brígida, la primera mina excavada en Guanajuato. Y junto a ella la que fuera hace un siglo la Hacienda de Beneficio de Santa Brígida. Fué aquí donde se inició la historia de Pozos, primero como fuerte y luego como hacienda minera. Cuenta con amplios patios, pozos de hasta 250 metros de caída libre y paisajes con arcos de ruinas abandonadas sin restaurar.

Llegó el fin de la Semana Santa y Nadx e Iyari volvieron a Vallarta. Nos despedimos de Carlos y Marina y, otra vez solicos, pusimos rumbo al DF. Tristes por dejar atrás magníficos amigos, felices porque la aventura continuaba.