Puebla está ubicada entre la Ciudad de México y el puerto de Veracruz,  esto hizo que creciese como la espuma; llegó a ser la segunda ciudad en importancia de la Nueva España (así se llamaba México antes de la independencia) .

Nosotros la pasamos sin pena ni gloria. No fué más que una ciudad de tránsito, una parada entre la capital y Oaxaca. Es cierto que es una bonita ciudad, siempre y cuando hablemos del centro histórico, pero ya veníamos un pelín resabiados de arquitectura colonial, de mole poblano y de esas cosas que, por muy de allí que sean, las encuentras por todo México. Para marcar un poco la diferencia cabe decir que sus edificios coloniales destacan por sus fachadas de azulejos y que es fácil encontrar una iglesia justo en frente de otra.

Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.

Catedral.

Museo “Casa del Deán”.

Templo del Antiguo Hospital de Nuestra Señora de Belén.

Casa de los Hermanos Serdán, Museo Regional de la Revolución Mexicana. Es el sitio mismo en donde se inició el movimiento revolucionario en México. Se pueden apreciar las muescas de los proyectiles en la fachada.

Templo de San Francisco de Asís.

Cuerpo momificado de San Sebastián de Aparicio en el Templo de San Francisco.

Mercado artesanal, el Parián.

Mercado artesanal, el Parián.

Callejón de los Sapos.

Templo del Espíritu Santo.

Casa de los Muñecos, sede del Museo Universitario. Debe su nombre a las figuras de la fachada.

Muy cerquita de Puebla está San Pedro Cholula, otro de los pueblos Mágicos de México. Aquí le bastaron solo seis días al bueno de Hernán Cortés  para aniquilar a la población civil, dignatarios y oficiales. Al parecer, cuenta Cholula con 365 iglesias coincidiendo con los días del año. Nosotros no las visitamos todas. Ni las contamos, de modo que no podemos confirmar el número exacto. Si damos fé de que hay muchas, muchas.

Zócalo.

Plaza de la Concordia.

Convento de San Gabriel.

Convento de San Gabriel.

Tumbas en el Convento de San Gabriel.

Convento de San Gabriel.

Tumbas en el Convento de San Gabriel.

Antigua portería del Convento de San Gabriel.

El mayor atractivo de este pueblito es su gran pirámide, especial por la superficie de su base, una de las más grandes que se conocen. Durante mucho tiempo permaneció en el olvido, creyéndose que era una montaña, sobre la cual fué construida la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios. Cuentan que eran los propios nativos quienes cubrían las pirámides para evitar su destrucción por parte de los nuevos colonizadores, ya que una vez que eran descubiertas las destruían y con sus piedras se edificaban los nuevos edificios coloniales, y las iglesias católicas, por supuesto. Éste fué el caso del Templo de Quetzalcóatl (la serpiente emplumada), que se situaba junto a la Gran Pirámide.

Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios.

viste de Cholula desde Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios.

Interior de la Iglesia de de Nuestra Señora de los Remedios.

Lo má divertido para nosotros fué el poder recorrer el interior de la Pirámide a través de sus corredores.

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Pero el verdadero motivo que nos trajo hasta aquí no fueron sus ruinas, sino la impresionante vista del volcán Popocatépetl tras la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios que te venden por doquier. Íbamos a ver esto

Y nos encontramos con esto.

Internet es maravilloso, es casi, casi, el mejor compañero de viajes, pero a veces… a veces, no es del todo sincero. Y acabamos el paseo, desilusionaetes, con la visita al Container City, barrio construido a base de contenedores.

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Nos fuímos a Oaxaca.