Después de cuatro días en Campello nos ponemos de nuevo en marcha. Poco tenemos que contar de este pueblo. Hemos perreao más de lo que hemos querío. Rafa y Raúl han resultado ser unos anfitriones 10.

Hicimos una furtiva visita a la playa. Y pasamos una tarde de lo mejor con Rocío, Rubén y Amélie. Poco más, muy poco más.


El lunes 17, aún sin demasiadas ganas, decidimos partir para Barcelona. Nos preparamos un cartel y nos plantamos en la rotonda de salida de Benidorm. Pasaron un par de horas y un par de policías locales, hasta que, por fin, nos recogió Terry, un señor inglés afincado en la zona, que cada día se desplaza al hospital de Denia para hacer sesiones de quimio. Nos sorprendió el buen humor y talante.

A las cinco de la tarde (como en el poema de Lorca), paró una chica encantadora, profesora de danza y fabricante de pan ecológico. Nos dejó muy cerca de Gandía, en una rotonda en la que no pasaron más de tres minutos cuando paró una furgoneta. Al acercarme y ver el personal que había dentro estuve a punto de rechazarlos porque eran rumanos, de esos que son tan malos y peligrosos…. Pero con la rapidez mental que nos caracteriza pensamos: ¿serán malos de verdad?, ¿nos estamos dejando llevar por prejuicios burgueses sin sentido?…. Total, daba lo mismo, si nos han de asaltar, secuestrar o matar, mejor en casa. Pero resultaron ser más apañaos que las pesetas. Nos trataron de maravilla, nos regalaron naranjas y nos dejaron en la boca de metro de Torrent… ¡65 Km!. No quisieron hacerse fotos porque estaban todo sucios de trabajar en la recogida de la naranja (por cuatro duros que el español listillo les deja después de su buena comisión); en resumen, no querían dar mala impresión en el blog.
Como siempre, el Universo se pone de nuestra parte, y al comprar los billetes de metro, la máquina expendedora, además de los tickets, nos devolvió los 5,20€ que costaban. ¡BIEN!
Esperamos un ratejo frente a la Estación del Norte, en Valencia, hasta que vinieron Fernando y Sandy a buscarnos. Nos llevaron a cenar de tapitas. No dió para mucho más la noche. Sandy y Fernando resultaron ser anfitriones 10.

A la mañana siguiente continuamos con nuestro camino. Cogimos el tren hasta Castellón; no resultaba caro. Una vez allí nos cargamos las mochilas de nuevo y a continuar en autostop. En poco menos de media hora apareció Marcos, que nos llevó a Benicassim.
Se hizo de noche. Esta vez los pulgares no daban resultado y subimos a la estación de tren (a tomar por culo), pero no había trenes…

Nos acordamos de nuestra compañera Nuria de Escaños en Blanco; ella es de Castellón, quizá conozca a alguien por aquí; así que le escribimos por facebook. ¡Y enganchamos la ola!. Nos vino a recoger y nos alojó en su casa en Oropesa. ¡Fenomenal!, Tristán y Nuria también resultaron ser anfitriones 10.
Así amanecimos en Oropesa, una semana después de partir.
Nuria nos dejó en la entrada de la autopista. ¡ERROR!… no pasó un coche en 20 minutos, de modo que nos cargamos las mochilas y nos pusimos a caminar por el arcén de la N-340 en busca de alguna rotonda donde no nos jugáramos la vida y nos diera tiempo de hacer carantoñas a los vehículos. Varios kilómetros y algunas ampollas después llegamos a un área de servicio donde nos paró un señor sudamericano de Murcia que nos llevó cuatro canciones de Celia Cruz más allá; y nos dejó en una gasolinera en mitad de la nada.
Otra vez caía la noche cuando nos paró ¿Ayun?, un chico marroquí que nos dejó en Benicarló. Ya, casi sin fuerzas, nos subimos en un tren con destino a Salou; allí nos recogieron Maite y Luismi.
Hoy pasaremos el día en Salou sin hacer una mierda.
___________________________________________________________________________
After four days in Campello we start again. We have little to tell about this town. We have loafed around more than we wanted. Rafa and Raúl have turned out to be notable hosts.

We made a quick visit to the beach. And we spent a great afternoon with Rocio, Rubén and Amélie. Little more, very little more.
On Monday the 17th, without a will yet we decided to leave to Barcelona. We made a poster and stood at the Benidorm roundabout in the exit. After a couple of hours and a couple of local police officers, Terry, a British man living in the area, picked us up, he comes to the Denia hospital to do chemo sessions every day. We were surprised by his good humor and mood.

At five o’clock in the afternoon (as in Lorca’s poem), a charming girl, dance teacher and organic bread maker, stopped by. She left us very close to Gandía, in a roundabout in which after no more than three miutes a van stopped. When I approached an saw the staff inside, I was about to reject them because they were Romanians, some of those who are so bad and dangerous… But with the mental speed that charactrizes us we thought: really, will they be bad? are we letting ourselves be carried away by bourgeois prejudices whithout sense?… in short, it did not matter, if they are to assault us, kidnap us or kill us, better at home. But they turned out to be much better. They treated us wonderfully, gave us oranges and left us in the Torrent metro station… 65 km! They did no want to take photos with us because they were completely dirty from working on the orange picking (for four dollars that the smart Spanish leaves them after his good commission). In short, they did not want to make a bad impression on the blog.

We remembered our colleague Nuria of Escaños en Blanco, she is from Castellón, maybe she knows someone around here, so we worte to her on facebook. And we rode the wave! She came to pick us up and hosted us at his house in Oropesa. Tremendous! Tristán and Nuria turned out to be hosts 10 too.
In this way we woke up in Oropesa, one week after leaving.
Nuria dropped us off at the highway entrance. MISTAKE! … in 20 minutes any car passed, so we carried our backpacks and began to walk along the hard shoulder in the N-340 in search of a roundabout where we didn’t risk our lives and had enough time to make faces at vehicles. After some kilometers and a few blisters we arrived at a service area where a South American man from Murcia stopped and who took us four songs by Celia Cruz further away. And he dropped us off at a gas station in the middle of nowhere.
The night was falling again when Ayun stopped, a Moroccan boy who dropped us off in Benicarló. Already, almost without strength, we got on a train to Salou. There we were picked up by Maite and Luismi.
Today we will spend the day doing nothing in Salou.
Daviiiid!!! me ha encantado el momento meditación. jejeje acabarías con el culo helado.
Me gustaMe gusta
¡¡ Las apariencias engañan !!
Y los chicos no quisieron hacerse la foto por si daban mala impresión al blog?
Me gustaMe gusta
Pues menos mal que hay extranjeros en España, por que sino lo tendiais mas complicado.
Me gustaMe gusta
Totalmente Meribel, en 800 Km nos hemos dado cuenta, rectifico, hemos ratificado que cuanto más humildes son las personas, más solidarias, comprensivas y empáticas son. Los españoles tenemos miedo, mucho miedo… La televisión nos ha hecho olvidar la clase de pueblo que somos.
Me gustaMe gusta